Museo del Barro se refresca con nuevas muestras
El espacio ofrece este mes tres exposiciones que atraen la atención del público. Pese a contar con la infraestructura adecuada, el edificio no recibe la certificación de museo por parte de la Municipalidad de Asunción,
Por Roberto Gómez
rogomez@uhora.com.py
El Museo del Barro, ubicado en el barrio San Jorge (Isla de Francia), contempla tres novedades artísticas. Son piezas de arte concebidas de una manera especial, con un atractivo poco común, que se pueden ver durante todo noviembre.
A los más de 1.700 objetos de la colección indigenista, 4.000 piezas de producciones populares y una cifra mayor a 3.000 componentes de la colección permanente de pinturas, se suman ahora las exposiciones Purgatorio y Paraíso, de Gustavo Doré; Ser tu cuerpo, de Alfredo Quiroz; y la muestra fotográfica La vía pública, de Fernando Allen.
El Museo abre sus puertas gratis de miércoles a viernes, de 15 a 20; y los sábados, de 8.30 a 12 y 15 a 18. Pero los jueves, la entrada tiene un costo de G. 8.000 para adultos y G. 4.000 para estudiantes.
Purgatorio y Paraíso se ubica en la sala Josefina Plá. Es la segunda parte de una muestra dedicada a Doré, cuyos grabados ilustrativos datan del siglo XIX, sobre el libro La Divina Comedia, de Dante Alighieri. La fuerza de la imagen que trata de reflejar el imaginario que llega del Medioevo están dadas con precisión.
La sala Olga Blinder, por su parte, alberga la exposición Ser tu cuerpo, creada por Alfredo Quiroz, un médico que comparte la vocación de curar y crear imágenes que lo sitúan como un gran pintor moderno que comenzó a realizar los cuadros de esta serie hace poco más de un año y medio.
"Su trabajo sigue la línea de reflexión sobre sí mismo y todo lo que conlleva la praxis médica que desemboca en una reflexión más profunda, como es el cuerpo humano", indica Carlos Colombino, director de Artes Visuales del Museo.
En otro sector se ven las fotografías de La vía pública, realizadas con humo, un elemento utilizado para dibujar y recordar. Esta serie incluye pequeños objetos quemados del supermercado Ycuá Bolaños, para que la sociedad nunca olvide que allí se perdieron cientos de vidas.
SIN RECONOCIMIENTO. El museo es uno de los mejores dotados en Asunción y, por ende, en el país. Su vida comenzó 30 años atrás, cuando en el predio sólo existían serpientes y mosquitos, en una zona poco habitada de la capital.
Su crecimiento, sin embargo, fue continuo. Pero a pesar de contemplar exposiciones de artistas extranjeros y nacionales, y de promocionar a los jóvenes que se inician en el camino del arte, el lugar tropieza con un problema que sus directivos consideran muy grave.
"Estamos enfrentados con la Municipalidad de Asunción por sus pedidos. Quieren que tengamos ventanas para que corran el aire y la luz, pero los museos no deben tener ventanas ni entradas de luz, porque los rayos ultravioletas destruyen las obras", comenta Colombino.
A pesar de su antigua data, el espacio no cuenta con el reconocimiento de museo por parte de la municipalidad capitalina, aún con su acertada infraestructura.
La Comuna también le exige plantar árboles en el jardín y contar con un estacionamiento para 50 vehículos. "Ya no sabemos qué hacer con esa situación. Tendremos que plantar árboles en el techo porque no hay espacio en el patio y, además, hay que echar el edificio para hacer un museo de autos", dice Colombino.
Pese a las dificultades, el Museo del Barro sigue trabajando. Salvo un paréntesis en enero, desarrolla una intensa actividad durante todo el año.
HALAGOS EN LA TRIENAL DE ARTE DE CHILE
El Museo del Barro representa a Paraguay en la Trienal de Arte que se realiza en Santiago de Chile, y ha recibido halagos por parte de la prensa de ese país. "Curioso, original museo paraguayo, mezcolanza admirable de arte y artesanía; de arte colonial, popular e indígena, de ayer y de hoy", reza un párrafo escrito por Waldemar Sommer, del Diario El Mercurio.
La presencia del arte nacional de distintas épocas se da en el Palacio de la Moneda y los chilenos podrán verla hasta el 15 de noviembre
rogomez@uhora.com.py
El Museo del Barro, ubicado en el barrio San Jorge (Isla de Francia), contempla tres novedades artísticas. Son piezas de arte concebidas de una manera especial, con un atractivo poco común, que se pueden ver durante todo noviembre.
A los más de 1.700 objetos de la colección indigenista, 4.000 piezas de producciones populares y una cifra mayor a 3.000 componentes de la colección permanente de pinturas, se suman ahora las exposiciones Purgatorio y Paraíso, de Gustavo Doré; Ser tu cuerpo, de Alfredo Quiroz; y la muestra fotográfica La vía pública, de Fernando Allen.
El Museo abre sus puertas gratis de miércoles a viernes, de 15 a 20; y los sábados, de 8.30 a 12 y 15 a 18. Pero los jueves, la entrada tiene un costo de G. 8.000 para adultos y G. 4.000 para estudiantes.
Purgatorio y Paraíso se ubica en la sala Josefina Plá. Es la segunda parte de una muestra dedicada a Doré, cuyos grabados ilustrativos datan del siglo XIX, sobre el libro La Divina Comedia, de Dante Alighieri. La fuerza de la imagen que trata de reflejar el imaginario que llega del Medioevo están dadas con precisión.
La sala Olga Blinder, por su parte, alberga la exposición Ser tu cuerpo, creada por Alfredo Quiroz, un médico que comparte la vocación de curar y crear imágenes que lo sitúan como un gran pintor moderno que comenzó a realizar los cuadros de esta serie hace poco más de un año y medio.
"Su trabajo sigue la línea de reflexión sobre sí mismo y todo lo que conlleva la praxis médica que desemboca en una reflexión más profunda, como es el cuerpo humano", indica Carlos Colombino, director de Artes Visuales del Museo.
En otro sector se ven las fotografías de La vía pública, realizadas con humo, un elemento utilizado para dibujar y recordar. Esta serie incluye pequeños objetos quemados del supermercado Ycuá Bolaños, para que la sociedad nunca olvide que allí se perdieron cientos de vidas.
SIN RECONOCIMIENTO. El museo es uno de los mejores dotados en Asunción y, por ende, en el país. Su vida comenzó 30 años atrás, cuando en el predio sólo existían serpientes y mosquitos, en una zona poco habitada de la capital.
Su crecimiento, sin embargo, fue continuo. Pero a pesar de contemplar exposiciones de artistas extranjeros y nacionales, y de promocionar a los jóvenes que se inician en el camino del arte, el lugar tropieza con un problema que sus directivos consideran muy grave.
"Estamos enfrentados con la Municipalidad de Asunción por sus pedidos. Quieren que tengamos ventanas para que corran el aire y la luz, pero los museos no deben tener ventanas ni entradas de luz, porque los rayos ultravioletas destruyen las obras", comenta Colombino.
A pesar de su antigua data, el espacio no cuenta con el reconocimiento de museo por parte de la municipalidad capitalina, aún con su acertada infraestructura.
La Comuna también le exige plantar árboles en el jardín y contar con un estacionamiento para 50 vehículos. "Ya no sabemos qué hacer con esa situación. Tendremos que plantar árboles en el techo porque no hay espacio en el patio y, además, hay que echar el edificio para hacer un museo de autos", dice Colombino.
Pese a las dificultades, el Museo del Barro sigue trabajando. Salvo un paréntesis en enero, desarrolla una intensa actividad durante todo el año.
HALAGOS EN LA TRIENAL DE ARTE DE CHILE
El Museo del Barro representa a Paraguay en la Trienal de Arte que se realiza en Santiago de Chile, y ha recibido halagos por parte de la prensa de ese país. "Curioso, original museo paraguayo, mezcolanza admirable de arte y artesanía; de arte colonial, popular e indígena, de ayer y de hoy", reza un párrafo escrito por Waldemar Sommer, del Diario El Mercurio.
La presencia del arte nacional de distintas épocas se da en el Palacio de la Moneda y los chilenos podrán verla hasta el 15 de noviembre
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